Servicios Integrales de Biometanización

Desde 2010, el Grupo Sanchiz Becquet desarrolla soluciones sostenibles en el sector energético

A través de nuestras empresas especializadas — Hispania Silva, Bioeco Energías, Recycle Logística, Biocompost y Renewable TNG — abordamos de forma integral el ciclo del biometano: desde la ingeniería, la gestión de residuos y la valorización energética y agronómica, hasta la capacitación del personal y la gestión de los recursos humanos necesarios para su operación.

Actualmente impulsamos el desarrollo de más de 36 plantas de biometano a nivel nacional.

14 años liderando la energía renovable

14 años

de trayectoria
SOSTENIBLE

Noticias destacadas:

Brain Recycle

Sistema inteligente de gestión

Conecta digitalmente todas nuestras plantas y a los distintos actores implicados en la cadena de valor de los residuos orgánicos, desde su origen hasta su valorización final. 

Subvenciones disponibles

  • Hasta 30.000€ para entidades privadas
  • Hasta 50.000€ para entidades públicas

Servicios sostenibles para
la gestión de residuos orgánicos:

Una respuesta a cada necesidad

Para Ayuntamientos y Entidades Municipales

¿Quieres un municipio más sostenible?

Te ofrecemos una solución sostenible: la biometanización transforma los residuos orgánicos en energía renovable, reduciendo emisiones y mejorando la gestión ambiental.

Municipio

Para Industrias que generan residuos orgánicos

¿Tu empresa genera residuos orgánicos?

Los convertimos en un recurso valioso con soluciones de alto rendimiento y bajo impacto ambiental. Aumenta tu eficiencia y reduce tu impacto ambiental.

Productor de residuos

Para Gestores de Residuos

¿Buscas nuevas vías para valorizar tus residuos orgánicos?

Como socio estratégico, te ayudamos a integrar tecnología de biometanización en un modelo eficaz, rentable y alineado con la economía circular.

Gestor de residuos

Ofrecemos servicios integrales de BIOMETANIZACIÓN

Especialistas en economía circular

¿CÓMO LO HACEMOS?

CON NUESTRAS EMPRESAS ESPECIALIZADAS

Nuestro modelo
garantiza seguridad y sostenibilidad

SERVICIOS DE INGENIERÍA:

Desarrollamos proyectos de Energías Sostenibles

Ingeniería especializada en el desarrollo de plantas de gas renovable.
Diseñamos soluciones eficientes y sostenibles para la producción de energía, desarrollando e implementando 
proyectos adaptados a cada necesidad y maximizando el aprovechamiento de residuos orgánicos.

Desarrollo de proyectos

SERVICIOS DE OPERACIÓN:

Especialistas en Biometano

Operación

Descarbonización

La solución más sostenible

¿Qué produce el biometano?

GNC/GNL
HIDRÓGENO
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E-METANOL

CO2 VERDE

GASES RENOVABLES

AGUA PARA RIEGO

COMPOST Y BIOFERTILIZANTE

RESIDUOS APROVECHABLES

¿QUÉ TIPO DE RESIDUOS APROVECHA UNA PLANTA?
AGRO ALIMENTARIOS
AGRÍCOLAS
GANADEROS
FORESTALES
LODOS

EL DIGESTATO RESULTANTE
SE TRANSFORMA EN:

COMPOST LOCAL

AGUA REGENERADA PARA RIEGO

FERTILIZANTES ORGÁNICOS DE CALIDAD

Ventajas sociales

Mejora de la salud pública

Educación ambiental y concienciación social

Reducción de la dependencia energética

Generación de empleo local

Estabilidad para el sector agroalimentario

Fomento de la economía circular

Ventajas medioambientales

Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero

Menor vertido de
residuos

Mejora de la gestión de residuos orgánicos

Reducción de olores y plagas

Aprovechamiento energético renovable

Protección del agua y del suelo

Creación de gases verdes

Poducción de compost y biofertilizantes naturales

STOP GASES
DE EFECTO INVERNADERO

Preguntas frecuentes

CUESTIONES E INQUIETUDES QUE PUEDEN PLANTEARSE POR PARTE DE LA POBLACIÓN
LOCAL RESPECTO A LA PLANTA DE GAS RENOVABLE

No. La planta está diseñada con tecnología avanzada para funcionar sin generar olores ni molestias.

 

 ¿Cómo lo logramos?

Instalaciones cerradas: todos los residuos se gestionan en espacios herméticos, sin exposición al aire libre. Tratamiento del aire: todo el aire potencialmente contaminado se filtra antes de salir.

 

¿Qué tecnologías usamos?

Filtros de carbón activo: eliminan gases corrosivos como el sulfuro de hidrógeno (H₂S) y siloxanos micropartículas invisibles que, al quemarse, dañan equipos. Biofiltros naturales: eliminan olores y compuestos orgánicos mediante microorganismos.  Ambos sistemas se complementan para asegurar un aire limpio y libre de olores.

 

¿Cómo evitamos posibles fugas?

La planta es estanca y cuenta con:

  • Captura de gases desde el origen
  • Detectores en puntos críticos
  • Controles mensuales de seguridad

 

Beneficios para la comunidad                                                                                                      

Sin planta de biogás = más olores

  • Los residuos orgánicos sin recoger fermentan al aire libre, sin control.
  • Eso genera malos olores, atracción de moscas y riesgo sanitario.

 

Con planta de biogás = control y menos olores

  • Los residuos se tratan en tanques cerrados, sin contacto con el aire.
  • Se usan filtros y sistemas de ventilación que eliminan olores.
  • Se transforma el residuo en energía y fertilizante, sin olores molestos.

 

Conclusión:

Es peor dejar los residuos sin tratar. Una planta bien diseñada reduce los olores y mejora el entorno.

No. Al contrario, la planta está diseñada para evitarlas y controlarlas en todo momento.

Esta planta no solo no contamina, sino que previene emisiones que hoy sí se están generando sin control.

Cuando los residuos orgánicos se descomponen al aire libre —en vertederos, balsas o campos— liberan metano, un gas de efecto invernadero 28 veces más potente que el CO₂.

En lugar de dejar que ese gas se pierda en la atmósfera, nuestra planta lo captura y lo transforma en biometano, un gas renovable, limpio y descarbonizado que puede sustituir a los combustibles fósiles.

¿Cómo garantizamos que no haya emisiones?

La planta está equipada con un sistema de control centralizado (SCADA) que permite una supervisión continua y precisa.

Sensores de gases y alarmas inteligentes conectados al sistema permiten: • Visualizar concentraciones en tiempo real • Registrar eventos y mantener trazabilidad • Activar automáticamente ventilación o paradas de seguridad si es necesario

Resultado:

  • Sin emisiones incontroladas
  • Respuesta inmediata ante cualquier anomalía
  • Máxima seguridad para el entorno y los vecinos

 

¿Qué hace nuestra planta?

Captura ese metano antes de que escape a la atmósfera. Lo purifica y lo convierte en biometano, un gas 100% renovable y descarbonizado. Sustituye combustibles fósiles, reduciendo aún más las emisiones

 

El resultado:

Menos gases de efecto invernadero. Más energía limpia para el municipio. Una gestión responsable de los residuos, sin impactos negativos para el entorno

En resumen:

La planta no genera emisiones contaminantes. Las evita, las transforma y las convierte en una solución energética local.

Es un proyecto pensado para cuidar el medio ambiente, proteger la salud pública y contribuir a una economía circular al servicio del municipio.

No. La planta está diseñada para proteger el entorno desde el primer día.

Todos los procesos se realizan sobre plataformas impermeables equipadas con sistemas de recogida y gestión de lixiviados (aguas residuales del proceso), lo que impide cualquier filtración al terreno o al subsuelo.

Además:

No hay vertidos al suelo ni a las aguas subterráneas. El digestato, tanto sólido como líquido, se almacena y trata bajo estrictos controles de calidad. Todo el sistema cumple con normativas ambientales europeas y nacionales, que exigen garantías técnicas para evitar cualquier tipo de contaminación.

En resumen:

La planta está diseñada para proteger los suelos, el agua y la salud pública, garantizando una operación segura, limpia y bajo supervisión constante.

Es una infraestructura pensada para resolver un problema ambiental, no para generarlo.

No. La planta no promueve ni depende de la instalación de macrogranjas.

Su función principal es valorizar los residuos orgánicos que ya existen en el territorio, como restos agrícolas, residuos municipales y estiércoles de explotaciones ganaderas actuales.

No genera más residuos, ni incentiva la ganadería intensiva.

Al contrario, esta planta puede ser una herramienta para mejorar la gestión ambiental de los residuos ganaderos ya existentes, ayudando a:

Reducir olores. Evitar vertidos inadecuados. Disminuir la carga ambiental sobre el suelo y el agua

En resumen:

La planta no está vinculada a nuevas macrogranjas, sino a una gestión más responsable y sostenible de los residuos que ya forman parte del día a día de la zona.

Es una oportunidad para transformar un problema en una solución limpia, controlada y beneficiosa para el municipio.

 

 

¿El purín es el residuo más útil para la planta?

No. El purín por sí solo no es el residuo más interesante para producir biometano.

Aunque se puede aprovechar, su capacidad para generar gas es baja comparada con otros residuos como restos de comida, lodos de depuradora o residuos agroindustriales.

Es decir, el purín no es la materia prima principal para este tipo de plantas.

Sin embargo, en combinación con otros residuos, puede ser parte de la solución para mejorar su gestión ambiental y reducir su impacto.

 

No. La planta está pensada para dar servicio al entorno más cercano.

Los residuos que se tratarán serán principalmente locales, recogidos en un radio de entre 15 y 60 km, lo que garantiza:

Un modelo de economía circular de proximidad. Menor tráfico pesado y menos emisiones por transporte. Mayor control sobre el tipo y origen de los residuos

En resumen:

Esta planta no convertirá al municipio en un vertedero de residuos externos, sino en un ejemplo de gestión responsable, moderna y sostenible de los residuos que ya se generan en la zona.

El diseño del proyecto contempla accesos específicos que evitan completamente el tránsito de camiones por el casco urbano, eliminando así cualquier afección en términos de ruido, tráfico o deterioro de viales municipales. Este criterio se ha considerado desde la fase preliminar de ubicación, analizando todas las rutas posibles para garantizar una logística eficiente y sin impacto para la población.

La planta aporta múltiples beneficios directos y sostenibles para el municipio, tanto a nivel económico como ambiental y social:

1. Generación de empleo local: se crearán puestos de trabajo directos durante la fase de construcción y operación, se encuentran proyectados mínimo 5 trabajadores, pero calculamos que trabajarán alrededor de 8-10 personas. Así como empleo indirecto en sectores asociados (transporte, mantenimiento, servicios auxiliares, etc.).

2. Impacto fiscal positivo: el municipio recibirá ingresos derivados de tasas, licencias e impuestos vinculados a la actividad industrial, contribuyendo a fortalecer las arcas municipales.

3. Apoyo al tejido económico local: se priorizará la contratación de proveedores, empresas y servicios del entorno, fomentando la economía circular y la dinamización de actividades locales.

4. Beneficios locales:

  • Fertilizantes orgánicos de alta calidad: acceso a digestato higienizado y controlado, que mejora la fertilidad del suelo y reduce la dependencia de fertilizantes químicos.
  • Gestión profesional y sostenible de residuos: ofrecemos soluciones integrales para residuos agroalimentarios, agrícolas, ganaderos, forestales y lodos, reduciendo costes y riesgos ambientales.
  • Aprovechamiento circular: transformación de subproductos en recursos útiles, impulsando la economía circular en el sector.

 

5. Compromiso con el territorio: no se trata de una planta especulativa, sino de un proyecto industrial con una visión de largo plazo, comprometido con la sostenibilidad y con generar valor añadido en el entorno donde se ubica.

La planta ocupará una superficie de 3 hectáreas y estará ubicada fuera del casco urbano, en una zona seleccionada estratégicamente para minimizar cualquier impacto visual o ambiental.

El diseño contempla la integración paisajística mediante barreras vegetales, apantallamientos naturales y el aprovechamiento de la topografía local, lo que permitirá que la instalación quede visualmente camuflada en el entorno.

La estética será discreta, con una imagen de infraestructura agraria-industrial de bajo perfil, utilizando materiales y colores acordes al paisaje rural circundante. No se prevé ninguna afección sobre elementos de valor patrimonial, cultural ni paisajístico.

Este enfoque responde al compromiso del proyecto con una implantación responsable y respetuosa con el entorno y la población local.

No. Uno de los criterios fundamentales en la selección del emplazamiento ha sido evitar cualquier afección a la fauna y al medio natural.

La ubicación elegida no se encuentra dentro de espacios protegidos, como la Red Natura 2000 ni zonas ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves).

Asimismo, el diseño de la planta seguirá criterios de mínimo impacto ambiental, incluyendo medidas preventivas y correctoras para evitar cualquier posible alteración del ecosistema local.

Este enfoque responde al compromiso del proyecto con la protección del medio ambiente y el respeto por el equilibrio ecológico del territorio.

 

¿Puede la planta mejorar la fauna del entorno?

Sí. Lejos de ser una amenaza, una planta de biometano bien diseñada puede favorecer la biodiversidad local:

Mejora del suelo: al sustituir fertilizantes químicos por digestato natural, se recupera vida en el suelo y vegetación.

Refugio para fauna: las barreras vegetales y zonas verdes alrededor de la planta crean hábitats para aves, insectos y pequeños animales.

Menos contaminación difusa: al tratar los residuos de forma controlada, se evita la proliferación de plagas y malos olores que afectan a la fauna.

En definitiva, es una instalación que convive con el entorno y puede mejorarlo, contribuyendo a un modelo rural más limpio, vivo y sostenible.

No. La planta de biogás no solo es compatible con el turismo, sino que contribuye activamente a mejorar el entorno y la calidad ambiental del municipio.

Al tratar los residuos orgánicos de forma controlada y eficiente, se evitan problemas comunes como olores, vertidos incontrolados o proliferación de vectores (moscas, roedores), generando así un entorno más limpio, saludable y ordenado, favorable tanto para la población como para los visitantes.

La planta estará ubicada fuera del núcleo urbano y se integrará paisajísticamente, sin interferir en los principales espacios de interés turístico ni en la imagen del municipio.

Además, este tipo de instalaciones reflejan un compromiso claro con la sostenibilidad, la economía circular y la gestión responsable del territorio, aspectos cada vez más valorados por el turismo responsable.

Este tipo de iniciativas posiciona al territorio como un ejemplo de ruralidad moderna, activa y con visión de futuro, lo que puede atraer tanto turismo como nuevas oportunidades económicas y sociales.

No. La planta de biogás no representa una amenaza para el turismo; al contrario, puede convertirse en un valor añadido para un modelo de desarrollo sostenible del municipio.

Al apostar por la gestión responsable de residuos orgánicos y la producción de energía renovable, el municipio demuestra un compromiso real con la sostenibilidad, un aspecto cada vez más valorado por la sociedad.

Este tipo de proyectos refuerza la identidad de un municipio moderno, coherente con los retos ambientales actuales, sin comprometer su entorno ni sus recursos naturales. La planta estará ubicada fuera del núcleo urbano y se integrará paisajísticamente, sin interferir en los principales espacios de interés turístico.

En definitiva, la instalación no compite con el turismo, sino que contribuye a consolidar un modelo de territorio más limpio, eficiente y alineado con los valores que hoy exigen tanto los ciudadanos como los visitantes.

No. La planta es económicamente viable por sí misma, sin necesidad de subvenciones para su funcionamiento ni su sostenibilidad a largo plazo.

Su rentabilidad se basa en un modelo sólido de producción y comercialización de biometano, que se inyecta directamente en la red gasista o se vende como gas renovable, generando ingresos estables y continuos gracias a la creciente demanda de energía verde.

Además, el proceso genera un biofertilizante natural de alta calidad (digestato), que puede ser utilizado en agricultura como sustituto de fertilizantes químicos. Esto representa un valor adicional, tanto desde el punto de vista económico como ambiental, favoreciendo la fertilidad del suelo y reduciendo la huella ecológica.

Este enfoque garantiza que el proyecto sea sólido, autónomo y sostenible en el tiempo, sin depender de fondos públicos ni comprometer los recursos municipales.

No. La planta es viable económicamente por sí misma gracias a la venta del biometano inyectado en la red. Las subvenciones no son necesarias ni están contempladas para el funcionamiento de la planta.

El proyecto está diseñado para ser estable, seguro y con continuidad garantizada, independientemente del promotor inicial.

En caso de que este no pudiera continuar, la planta podría ser transferida a otro operador energético con experiencia y capacidad, como ocurre habitualmente en el sector. Este tipo de infraestructuras tienen alto valor estratégico y son fácilmente asumibles por otros actores del mercado energético.

Además, todo está regulado mediante contratos, licencias administrativas y garantías legales que aseguran la correcta operación de la planta en cualquier escenario.

Como medida adicional de seguridad, el operador está obligado a depositar un aval económico específico destinado al desmantelamiento de la planta si fuera necesario en el futuro. Esta garantía protege al municipio y evita cualquier posible carga económica o ambiental.

En resumen, el municipio queda plenamente protegido frente a cualquier eventualidad, y el proyecto cuenta con mecanismos sólidos para asegurar su continuidad y su cierre responsable si algún día dejara de operar.

Toda la responsabilidad recae exclusivamente sobre la empresa operadora, Naturgy, un grupo energético de referencia con más de 25 años de experiencia en energías renovables y una sólida trayectoria en proyectos sostenibles a nivel nacional e internacional.

El Ayuntamiento no asume ningún tipo de responsabilidad en caso de incumplimiento. La planta funciona bajo un marco legal estricto, regulado por las autoridades ambientales de la comunidad autónoma, el Estado y, en su caso, la normativa europea.

Naturgy invierte importantes recursos técnicos y económicos en cada proyecto y no puede permitirse ninguna actuación que comprometa su reputación o la imagen de una compañía cotizada con altos estándares de cumplimiento normativo, transparencia y sostenibilidad.

Además, la planta estará sujeta a inspecciones ambientales periódicas, controles técnicos rigurosos y auditorías externas. El operador debe presentar seguros de responsabilidad civil y avales económicos para cubrir cualquier contingencia, incluyendo daños ambientales o desmantelamiento.

En resumen: La responsabilidad es de Naturgy. Las normas son públicas. El control es permanente. Y el municipio está completamente protegido.

En el proyecto presentado se refleja que en la planta trabajarán mínimo 5 personas, pero estimamos que finalmente la planta generará alrededor de 8 – 10 empleos directos relacionados con la operación, mantenimiento y control de procesos. A esto se suman hasta 20 empleos indirectos, principalmente vinculados al transporte de materia prima y subproductos.

Además, se activará empleo local en servicios auxiliares como limpieza, vigilancia, mantenimiento de instalaciones, apoyo agrícola y también en profesiones técnicas como electricistas, fontaneros, soldadores, mecánicos y operarios industriales, tanto durante la construcción como a lo largo de la vida útil de la planta.

La empresa tiene el compromiso de priorizar la contratación de personas del entorno local, colaborando con empresas, autónomos y servicios del municipio, lo que favorecerá la economía de proximidad.

Más allá del empleo inmediato, esta planta representa una nueva actividad de futuro para el municipio, vinculada a la energía renovable y la economía circular. Una oportunidad real para diversificar la economía local, retener talento joven y consolidar un modelo de desarrollo rural moderno, sostenible y con proyección a largo plazo.

Dentro de los digestores hay residuos orgánicos locales que se descomponen en ausencia de oxígeno mediante un proceso natural llamado digestión anaerobia. Este proceso genera biogás, principalmente compuesto por metano (CH₄) y dióxido de carbono (CO₂).

La planta está diseñada con los más altos estándares de seguridad industrial. El biogás se almacena en condiciones completamente controladas, con sensores, válvulas de alivio de presión, sistemas de ventilación y protocolos automáticos de emergencia. Además, todo el sistema opera a baja presión, lo que reduce aún más cualquier riesgo.

El objetivo es transformar residuos en energía limpia, de forma segura y respetuosa con la comunidad y el entorno. La seguridad de las personas y del medio ambiente es siempre la prioridad número uno del proyecto.

En nuestra planta, el proceso de biometanización no solo genera energía limpia, sino también un subproducto altamente valioso: el digestato, un material 100% natural y seguro que se convierte en recursos útiles para la agricultura local.

Este digestato se trata cuidadosamente y se separa en dos fracciones:

La fracción sólida se transforma en compost y biofertilizantes de alta calidad, ideales para enriquecer los suelos, mejorar los rendimientos agrícolas y reducir la dependencia de fertilizantes químicos.

La fracción líquida se somete a un tratamiento avanzado hasta alcanzar las condiciones necesarias para ser reutilizada como agua de riego agrícola, favoreciendo el uso eficiente del agua y cerrando el ciclo con responsabilidad ambiental.

Una solución circular y sostenible:

Todo el digestato es revalorizado, no se vierte ni contamina el entorno. Esto significa cero residuos y cero impacto negativo en el medio natural. Además, el proceso es totalmente controlado y sin generación de olores, garantizando la convivencia armoniosa con la comunidad.

Beneficios directos para los agricultores del municipio:

Los productos derivados del digestato —compost y biofertilizantes— estarán disponibles para su compra por parte de los agricultores locales. Se trata de insumos más económicos, ecológicos y eficaces que los fertilizantes tradicionales, que permiten ahorrar costos, mejorar la salud del suelo y cultivar de forma más sostenible.

Este modelo ofrece una oportunidad directa para el campo local, al disponer de un insumo producido en el propio municipio, con trazabilidad, calidad garantizada y un menor impacto ambiental.

Sí, y de hecho, los restos de poda del municipio representan una oportunidad clave para avanzar hacia una gestión de residuos más eficiente, económica y sostenible.

La planta está diseñada para aprovechar los restos de poda triturados y otros residuos vegetales, integrándolos en dos procesos complementarios:

Una parte de estos residuos puede utilizarse como material estructurante en los digestores, mejorando el rendimiento del proceso de biometanización y ayudando a generar más energía renovable.

La mayor parte se puede valorizar en la etapa de compostaje del digestato, donde aportan estructura, carbono y aireación, favoreciendo la producción de un compost de excelente calidad.

Esto permite dar una segunda vida útil a los residuos verdes, transformándolos en energía y fertilizantes naturales, en lugar de quemarlos o enviarlos a vertedero, lo que supone un ahorro económico y ambiental significativo.

 

Beneficios para el municipio:

El Ayuntamiento no tendrá que asumir ningún coste adicional por la gestión de estos restos vegetales, ya que serán absorbidos por la planta como materia prima.

Se reduce la presión sobre los servicios de limpieza y recogida, y se evita el uso de tratamientos más costosos o contaminantes.

Se transforma un residuo en recursos útiles para la comunidad: energía verde, compost y agua para riego.

En definitiva, esta solución convierte un problema habitual de los municipios —la gestión de los restos de poda— en una ventaja concreta, sin coste, con beneficios ambientales y con impacto directo en la sostenibilidad local.

No. En absoluto.

La planta no está autorizada, ni preparada, ni tiene intención de tratar residuos peligrosos, y esto está garantizado por varias razones fundamentales:

No se han solicitado —ni se solicitarán— códigos LER relacionados con residuos peligrosos.

La normativa vigente prohíbe expresamente su entrada en este tipo de instalaciones.

Y lo más importante: el proyecto está concebido exclusivamente para gestionar residuos orgánicos no peligrosos, locales y controlados.

 

¿Qué residuos se tratarán entonces?

Únicamente residuos orgánicos, biodegradables y seguros, como, por ejemplo:

Residuos agroindustriales (restos de frutas, verduras, alperujos, orujos, subproductos de fábricas de zumos, conservas, etc.)

Restos hortofrutícolas frescos

Residuos vegetales y restos de poda municipal

Residuos ganaderos (materiales orgánicos generados en explotaciones locales)

Y lo más importante:

La mayoría de estos residuos procederán del propio municipio o de su entorno cercano.

Esto garantiza que la planta no se convierta en un polo de atracción de residuos de origen desconocido o lejano. Al contrario: la prioridad es dar una solución local a un problema local, apoyando al sector agrícola, ganadero y agroindustrial de la zona.

 

 

Máxima seguridad y transparencia

Todos los residuos que ingresan a la planta están previamente identificados, clasificados y validados, cumpliendo rigurosamente con la normativa.

El funcionamiento de la planta está sometido a controles técnicos y ambientales constantes, tanto internos como por parte de las administraciones públicas.

No hay generación de olores molestos, y la instalación está diseñada para integrarse plenamente con el entorno y la comunidad.  

La implantación de esta planta no solo genera beneficios ambientales y sociales,    sino también ingresos directos para las arcas municipales.

 

Ingresos fiscales asegurados para el Ayuntamiento:

Pago del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras): una aportación económica significativa durante la fase de construcción.

Pago del IAE (Impuesto de Actividades Económicas): contribución anual durante toda la vida útil de la planta.

Tasas municipales vinculadas a licencias, trámites administrativos y servicios.

Estos ingresos representan una fuente estable de financiación municipal, que el Ayuntamiento podrá destinar a mejorar infraestructuras, servicios públicos o proyectos de sostenibilidad local.

 

Además, la planta puede colaborar activamente con el municipio a través de:

Convenios de colaboración específicos, como cesión de agua tratada para riego de zonas verdes o agricultura local.

Disponibilidad de compost y biofertilizantes derivados del digestato, a precios preferentes para agricultores del municipio.

Gestión de residuos municipales, especialmente restos de poda y residuos vegetales, sin coste adicional para el Ayuntamiento.

En resumen, esta planta no solo no supone un gasto para el municipio, sino que genera ingresos fiscales, oportunidades de colaboración público-privada y beneficios directos para el tejido agrícola y la comunidad.

Es una inversión en sostenibilidad que también rinde frutos económicos para el territorio.

Sí. Uno de los pilares del proyecto es su vocación de integración local y compromiso con el territorio.

La planta no solo representa una solución ambientalmente responsable, sino también una oportunidad de dinamización económica para el municipio y su gente. Desde la fase de construcción hasta la operación diaria, se priorizará —siempre que sea viable— la contratación de personal local para cubrir los distintos puestos de trabajo que genere la instalación.

Asimismo, se fomentará el uso de proveedores y servicios del entorno cercano, impulsando la economía local y generando sinergias positivas con empresas del municipio y la comarca.

 

Cercanía, participación y transparencia

Se están promoviendo espacios de información y diálogo con el Ayuntamiento y la ciudadanía para explicar el proyecto, resolver dudas y recoger sugerencias.

La planta mantendrá una actitud abierta y colaborativa, buscando generar valor compartido con la comunidad a lo largo del tiempo.

En definitiva, este no es un proyecto externo que viene a instalarse sin más: es una iniciativa que quiere sumar al desarrollo local, crear oportunidades y ser parte activa del futuro del municipio.

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